¿Qué es la obsolescencia programada?

La obsolescencia planificada significa que las empresas limitan deliberadamente la vida útil de los productos acortando su vida útil. Si se produce una obsolescencia económica, la reparación no merece la pena y hay que persuadir al consumidor para que compre un producto nuevo.

La vida útil de los productos depende de varios factores, como la calidad de los materiales y de la mano de obra, el uso según la finalidad prevista o los factores externos que influyen. A menudo son los propios fabricantes los que reducen deliberadamente esta vida útil.

La obsolescencia puede producirse de diferentes maneras:

  • material
    • funcional
  • psicológica

La obsolescencia material se produce cuando los materiales de un producto envejecen y se desgastan. La obsolescencia funcional significa que los obstáculos técnicos impiden seguir utilizando los productos, por ejemplo cuando el hardware de un ordenador ya no cumple los requisitos para la aplicación de un software moderno. Psicológicamente, la obsolescencia suele significar que un producto, aunque siga funcionando perfectamente, ha pasado de moda y, por tanto, se sustituye.

Obsolescencia económica

La obsolescencia planificada no es necesariamente siempre obsolescencia económica. Esto se debe a que la obsolescencia económica significa que un producto necesitaría tal reparación que el coste de hacerlo sería mayor que el precio nuevo. Este no es el caso de los productos obsoletos. Además, incluso en el caso de la obsolescencia económica, los consumidores tienen la opción de aceptar los elevados costes de reparación si quieren seguir utilizando un aparato por costumbre o si tal vez hay un valor ideal asociado a un producto.

Razones de la obsolescencia planificada

La obsolescencia planificada implica que los fabricantes de productos los diseñan intencionadamente para limitar su vida útil de forma prematura. Esto significa que se hace necesaria una nueva compra para los consumidores, lo que vuelve a generar ventas para los correspondientes empresarios. Pero al mismo tiempo, también hay empresas que diseñan un producto para que dure sólo hasta que ya no se utilice. Se trata de artículos de moda o productos sometidos a constantes avances técnicos. Estos productos pueden ofrecerse posiblemente a un precio más bajo, de modo que el consumidor también puede beneficiarse de esta forma de obsolescencia planificada.

Los consumidores también son responsables

La obsolescencia planificada también se asocia a menudo con los deseos de los consumidores. Se habla de la mentalidad de la sociedad moderna de usar y tirar, así como del deseo de los consumidores de que se les ofrezcan siempre nuevos productos con más funciones y mayor comodidad. Un ejemplo de ello son los smartphones, para los que constantemente salen al mercado innovaciones, por ejemplo en cuanto a la cámara o la inteligencia artificial (IA).


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