El Servicio de Almacenamiento Simple de Amazon, o S3 para abreviar, puede utilizarse para procesar cualquier cantidad de datos. El servicio de almacenamiento, que es proporcionado por Amazon Web Services (AWS), se ha establecido ya como un estándar de la industria.
S3 es la abreviatura de Simple Storage Service. El término se refiere a un servicio de almacenamiento de objetos proporcionado por Amazon Web Services (AWS). Su objetivo es ofrecer a los usuarios rendimiento y escalabilidad, así como disponibilidad y seguridad de los datos. El proveedor de la nube se dirige así a clientes de todos los sectores y de todos los tamaños.
El Amazon Simple Storage Service es un servicio de alojamiento de archivos diseñado para almacenar cualquier cantidad de datos. En el caso clásico, los datos se almacenan en archivos. AWS adopta un enfoque diferente con S3. En cuanto al servicio, habla de objetos que se almacenan en los llamados buckets. El acceso respectivo tiene lugar a través de HTTP o HTTPS. En cuanto a su estructura, S3 se asemeja a los archivos o directorios y se ha establecido como un estándar. Microsoft, OpenIO o NetApp han desarrollado interfaces comparables.
Amazon S3 ofrece a los equipos de TI y a los desarrolladores un almacenamiento de objetos seguro y duradero que se caracteriza por la facilidad de uso y la escalabilidad. El servicio también tiene una interfaz de servicio web que puede recuperar o almacenar cualquier cantidad de datos desde cualquier ubicación de almacenamiento web. El cliente sólo paga por el espacio de almacenamiento que realmente utiliza. Tampoco hay tarifas de configuración ni costes mínimos.
Características principales
La replicación entre regiones representa una replicación de datos rápida, fiable y automatizada en varias regiones de AWS. Los objetos subidos a un bucket de S3 se pueden replicar automáticamente a un bucket de destino seleccionado por el usuario.
También se incluyen funciones para gestionar y controlar los costes. Esto incluye, por ejemplo, el llamado etiquetado de cubos. Para ello, se asignan determinadas etiquetas a un bucket de S3. Esto permite clasificar los datos de los objetos respectivos y asignarlos a un proyecto o a un centro de costes. Además, es posible la integración de Amazon Cloud Watch, que permite la recepción de facturas.
La descarga y carga de datos se realiza a través de endpoints cifrados con SSL. Además, S3 encripta los datos en reposo. Para administrar las claves se puede utilizar el servicio de administración de claves de AWS (KMS) o el propio servicio de almacenamiento. Existen varios mecanismos para definir y controlar los derechos de acceso. La gestión de la seguridad y el acceso define quién puede acceder a los datos, cuándo, dónde y cómo.