En un comunicado oficial, Huawei justifica la venta de su filial Honor con las continuas dificultades para obtener los componentes técnicos necesarios para su negocio de smartphones. Sin embargo, es probable que el comprador sea una sorpresa.
Las sanciones de Estados Unidos llevan alrededor de un año y medio complicando la vida al fabricante de smartphones y proveedor de redes chino Huawei. Sobre todo, faltan los componentes necesarios para el negocio de los smartphones. Para no tener que cerrar la división Honor, Huawei ha decidido ahora venderla.
Pero no han sido los competidores interesados Xiaomi y TCL los que han ganado la puja, sino la recién fundada empresa Shenzhen Zhixin New Information Technology, un consorcio de 30 socios comerciales. Una vez completada la venta, Huawei no tendrá acciones en la nueva empresa Honor ni participará en el acuerdo de ninguna manera, según ha confirmado el fabricante chino en un comunicado oficial. La compañía espera que, sin las restricciones impuestas por las sanciones, la marca Honor tenga más posibilidades de competir en el mercado.
En 2013, Huawei había fundado la filial Honor para dirigirse a los compradores más jóvenes con una cartera de smartphones asequibles de gama media. Según sus propias cifras, la división Honor vende ahora unos 70 millones de dispositivos al año.