Con la compra del especialista en supercomputación Cray, HPE se posiciona en el mercado de los ordenadores de alto rendimiento. En los próximos años, la compañía espera enormes tasas de crecimiento en este ámbito, ya que el análisis de grandes cantidades de datos aumenta de forma espectacular.
La adquisición de Cray le costará a HPE unos 1.300 millones de dólares estadounidenses. Hewlett Packard Enterprise invierte así en una empresa dedicada a la supercomputación. La inteligencia artificial, el aprendizaje automático y el big data requieren capacidades de computación cada vez mayores y provocarán una explosión del volumen de datos. HPE espera que el segmento de la computación de alto rendimiento crezca significativamente hasta alcanzar los 35.000 millones de dólares en 2021. "Las respuestas a algunos de los retos más acuciantes a los que se enfrenta nuestra sociedad se esconden bajo montañas de datos", afirma Antonio Neri, director general de HPE. "Sólo procesándola y analizándola podremos obtener respuestas a cuestiones relacionadas con la medicina, el cambio climático o el espacio, entre otras".
Cray se fundó en 1972 y entregó el Cray-1 en 1976, un ordenador con un rendimiento de unos 133 MFLOPS. Actualmente, por ejemplo, la empresa está construyendo dos superordenadores para los laboratorios del Departamento de Energía de Estados Unidos. Los dos sistemas van a ofrecer un rendimiento de exaescala y se están realizando en cooperación con AMD (Frontier) y con Intel (Aurora).
Con la adquisición, HPE se afianza en un mercado que actualmente domina IBM en Estados Unidos.
La compañía ya había comprado en este mercado en 2016 con la adquisición de SGI.