En Japón se produce una megafusión entre Panasonic y Sanyo. Por más de tres mil millones de euros, Panasonic quiere comprar el grupo de electrónica de consumo para sobrevivir a los duros tiempos económicos.
Panasonic quiere hacerse con Sanyo. Los fabricantes japoneses de electrónica de consumo han llegado hoy a un acuerdo firme. Según el acuerdo, Panasonic pretende hacerse con una participación mayoritaria de su competidor. En breve se hará una primera oferta oficial a los accionistas. La oferta consiste en pagar 131 yenes por acción o 1.310 yenes por acción preferente. La adquisición costaría así al menos 3.200 millones de euros, de un valor total de 6.400 millones de euros.
Los accionistas mayoritarios Oceans, Evolution y Sumitomo Mitsui ya han señalado que venderán sus derechos de voto, que suponen el 70,5%, a Panasonic. Esto significa que sólo están pendientes las aprobaciones de las autoridades antimonopolio pertinentes.
Los grupos justifican su planeado matrimonio diciendo que las medidas drásticas son necesarias para lograr un futuro crecimiento de las ventas y los beneficios en la recesión económica mundial y ante el aumento de la competencia global. Sanyo se ha hecho un nombre en la industria de la informática con proyectores, entre otras cosas. Los televisores LCD, los componentes semiconductores, las baterías recargables y las videocámaras también forman parte de la cartera del grupo.
Una vez completada la adquisición, Sanyo seguirá cotizando inicialmente en bolsa como empresa independiente, según anunciaron las empresas.