Cuando hablamos de escalabilidad en el ámbito tecnológico, nos referimos a la capacidad de un sistema para adaptarse al crecimiento y expansión que pueda experimentar una empresa o plataforma, sin que esto afecte su rendimiento o capacidad de respuesta. En este sentido, la escalabilidad horizontal se refiere específicamente a la capacidad de aumentar los recursos de un sistema a través de la adición de más máquinas o servidores que trabajen en conjunto para cumplir con las demandas del sistema.
En otras palabras, la escalabilidad horizontal se basa en la idea de que es mejor agregar más recursos en lugar de intentar mejorar los ya existentes. Esto se logra mediante la implementación de un sistema de distribución de carga, que se encarga de repartir las tareas y peticiones entre los diferentes servidores o máquinas que conforman el sistema. De esta forma, al agregar más recursos, se puede aumentar la capacidad de respuesta del sistema sin afectar su rendimiento.
Un aspecto importante de la escalabilidad horizontal es el sistema de tolerancia a fallas. Este sistema se encarga de garantizar que, en caso de que uno o varios de los servidores o máquinas falle, el sistema siga funcionando sin interrupciones. Para lograr esto, se utilizan diferentes técnicas, como la replicación de datos y la distribución de tareas en diferentes servidores. De esta forma, si uno de ellos falla, el resto puede continuar con las tareas asignadas sin problema.
Un ejemplo de escalabilidad horizontal es el caso de Netflix. Esta plataforma de streaming de video utiliza un sistema de distribución de carga basado en la nube, que le permite agregar más servidores en caso de necesitarlo. De esta forma, puede garantizar que sus usuarios puedan ver sus películas y series favoritas sin interrupciones, incluso en momentos de gran demanda.
En cuanto a la forma en que funciona la escalabilidad horizontal, podemos decir que se basa en la idea de que es mejor agregar más recursos que intentar mejorar los ya existentes. De esta forma, se puede aumentar la capacidad de respuesta del sistema sin afectar su rendimiento. Además, al utilizar un sistema de distribución de carga y tolerancia a fallas, se garantiza que el sistema pueda seguir funcionando sin interrupciones, incluso en caso de que alguno de los servidores o máquinas falle.
En resumen, la escalabilidad horizontal es una técnica que permite a los sistemas tecnológicos adaptarse al crecimiento y expansión de una empresa o plataforma, mediante la adición de más recursos en lugar de intentar mejorar los ya existentes. Al utilizar un sistema de distribución de carga y tolerancia a fallas, se garantiza que el sistema pueda seguir funcionando sin interrupciones, incluso en momentos de gran demanda o en caso de fallos en alguno de los servidores o máquinas.
Según la información disponible públicamente, Visa es capaz de procesar hasta 65,000 transacciones por segundo en su red de pagos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta cifra puede variar dependiendo de diversos factores como la demanda en tiempo real y la capacidad de procesamiento de los sistemas de los comerciantes y los bancos.
El Halving es un evento que ocurre en la criptomoneda Bitcoin cada 210.000 bloques minados y consiste en la reducción a la mitad de la recompensa que reciben los mineros por validar las transacciones en la red. Esto tiene como objetivo controlar la inflación y limitar la cantidad total de Bitcoins que se pueden generar en el mercado.
Para describir la arquitectura de un sistema se debe tomar en cuenta la manera en la que los componentes del sistema están organizados y cómo interactúan entre ellos para lograr los objetivos del sistema. Se debe considerar la distribución de los componentes, los patrones de comunicación y la estructura de datos utilizada. Además, se debe tener en cuenta los requisitos de escalabilidad y disponibilidad del sistema para poder diseñar una arquitectura adecuada.