Las tarjetas de vídeo integradas son aquellas que se encuentran incorporadas en la placa madre de la computadora y comparten la memoria RAM del sistema para procesar gráficos. La cantidad de memoria que utilizan varía dependiendo del modelo de la tarjeta de vídeo integrada y la cantidad de memoria RAM disponible en la computadora.
En general, las tarjetas de vídeo integradas modernas pueden utilizar hasta 2 GB de memoria RAM para procesar gráficos. Sin embargo, es importante recordar que esta cantidad de memoria no se reserva exclusivamente para la tarjeta de vídeo, sino que se comparte con otros componentes del sistema.
Si bien las tarjetas de vídeo integradas pueden ser útiles para tareas básicas como navegar por internet o trabajar con documentos, no son ideales para juegos o aplicaciones que requieren un mayor rendimiento gráfico. En estos casos, es recomendable utilizar una tarjeta de vídeo dedicada.
Para cambiar de tarjeta de vídeo integrada a dedicada, primero debemos asegurarnos de tener una tarjeta de vídeo dedicada instalada en la computadora. Luego, debemos ingresar al panel de control de la tarjeta de vídeo y seleccionar la opción para utilizar la tarjeta de vídeo dedicada como GPU principal.
En el caso de las tarjetas de vídeo AMD, podemos hacer esto ingresando al panel de control de AMD Catalyst y seleccionando la opción «Configuración de gráficos». Luego, debemos seleccionar la opción «GPU principal» y elegir la tarjeta de vídeo dedicada.
Para saber si la tarjeta de vídeo integrada está activada, podemos ingresar al administrador de dispositivos de Windows y verificar si aparece la tarjeta de vídeo integrada en la sección de adaptadores de pantalla.
¿Qué hacer si la tarjeta de vídeo está dañada?
Si la tarjeta de vídeo está dañada, lo mejor es llevar la computadora a un técnico especializado para que la repare o reemplace la tarjeta de vídeo. En algunos casos, es posible reemplazar la tarjeta de vídeo integrada por una tarjeta de vídeo dedicada.
La cantidad de memoria que utiliza la tarjeta gráfica Intel HD Graphics varía dependiendo del modelo de la tarjeta y la cantidad de memoria RAM disponible en la computadora. En general, las tarjetas gráficas Intel HD Graphics modernas pueden utilizar hasta 2 GB de memoria RAM para procesar gráficos.
VRAM (Video Random Access Memory) es la memoria dedicada específicamente a la tarjeta gráfica, que se utiliza para almacenar y procesar los datos de las imágenes y videos que se muestran en la pantalla. Por otro lado, RAM (Random Access Memory) es la memoria principal del sistema, utilizada para almacenar temporalmente los datos y programas que se están ejecutando en ese momento. A diferencia de la VRAM, la RAM no está dedicada específicamente a la tarjeta gráfica, sino que es compartida por todos los componentes del sistema.
La mayor cantidad de VRAM en una tarjeta de video integrada varía dependiendo del modelo y fabricante, pero generalmente las tarjetas de video integradas tienen entre 1GB y 2GB de VRAM. Algunos modelos de gama alta pueden tener hasta 4GB de VRAM.
Si sobrepasas la memoria RAM, el sistema operativo comenzará a utilizar la memoria virtual del disco duro como una extensión de la memoria RAM. Esto puede hacer que el rendimiento del sistema disminuya significativamente y que las aplicaciones se ejecuten más lentamente. Si el uso de la memoria virtual es constante, también puede afectar negativamente la vida útil del disco duro. Por lo tanto, es importante asegurarse de tener suficiente memoria RAM para las aplicaciones y procesos que se ejecutan en el sistema.