A la hora de renderizar, es importante tener en cuenta varios aspectos que pueden influir en la calidad del resultado final. En primer lugar, es necesario saber qué es lo que se quiere renderizar, ya que esto determinará en gran medida qué es lo más importante para llevar a cabo el proceso.
En general, podemos decir que para renderizar es fundamental contar con una buena tarjeta gráfica. En el caso de Vray, se recomienda una tarjeta gráfica con al menos 4 GB de RAM y soporte para DirectX 11. Además, es importante tener en cuenta que esta tarjeta debe estar actualizada y contar con los controladores necesarios para poder renderizar sin problemas.
Otro aspecto a tener en cuenta es si es mejor renderizar en CPU o en GPU. En general, se considera que la GPU es más rápida y eficiente para renderizar, aunque esto dependerá en gran medida del software que se esté utilizando. Por ejemplo, Lumion es un software que aprovecha al máximo la potencia de la GPU, mientras que otros programas como Maya o 3ds Max pueden funcionar mejor con una buena CPU.
En cuanto a la placa de vídeo necesaria para editar vídeos, lo ideal es contar con una tarjeta gráfica de gama alta que tenga al menos 4 GB de RAM y soporte para aceleración por hardware. Esto permitirá realizar ediciones de vídeo más complejas sin que el rendimiento se vea afectado.
Por último, si estamos utilizando Lumion y el programa no responde, lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que nuestro equipo cumple con los requisitos mínimos de hardware. Si esto no es el problema, podemos intentar reiniciar el programa o incluso el equipo para ver si esto soluciona el problema. En caso contrario, es posible que sea necesario contactar con el soporte técnico para recibir ayuda.
En conclusión, lo más importante para renderizar dependerá en gran medida del software que se esté utilizando y del tipo de proyecto que se quiera llevar a cabo. En general, es fundamental contar con una buena tarjeta gráfica y tener en cuenta si es mejor renderizar en CPU o en GPU. Además, es importante asegurarse de que se cuentan con los controladores y requisitos de hardware necesarios para poder renderizar sin problemas.
Para una tarjeta gráfica 1660, se recomienda un procesador de al menos cuatro núcleos y ocho hilos, como un Intel Core i5 o un AMD Ryzen 5. Sin embargo, si se desea un mejor rendimiento, se puede optar por un procesador de seis núcleos y doce hilos, como un Intel Core i7 o un AMD Ryzen 7.
La tarjeta gráfica 1650 Super requiere una fuente de poder de al menos 450W.
La GT 1030 es compatible con varios procesadores, desde los más básicos hasta los más avanzados. Sin embargo, para un rendimiento óptimo, se recomienda un procesador de al menos 4 núcleos y una frecuencia de reloj de al menos 3 GHz. Algunas opciones populares son el Intel Core i5-7400 y el AMD Ryzen 5 1400.