Los baby boomers son personas nacidas en las primeras décadas después de la Segunda Guerra Mundial. En aquella época, la creciente prosperidad de las naciones industrializadas de todo el mundo dio lugar a unas tasas de natalidad muy elevadas que no fueron igualadas posteriormente.
Tanto las potencias vencedoras como los Estados perdedores de la Segunda Guerra Mundial experimentaron un importante aumento de la natalidad después de 1945, aunque en momentos diferentes. Mientras que el baby boom comenzó a mediados de los años 40 en EE.UU. y Francia, por ejemplo, Alemania le siguió con un retraso de aproximadamente una década. En este país, se habla de los años del baby boom entre 1955 y 1969, con el pico de más de 1,3 millones de nacidos vivos alcanzado en 1964 y nunca superado después.
Desarrollo en Alemania
En lo que respecta a Alemania -pero no sólo- las causas se deben en gran medida al rápido crecimiento de la prosperidad durante el "milagro económico" de los años 50, hasta entonces desconocido. Tras un largo periodo de penurias, marcado por dos guerras mundiales y la gran crisis económica intermedia, la gente por fin podía volver a "permitirse algo", lo que a la larga provocó un cambio en el comportamiento de los consumidores. El desarrollo sólo terminó con el llamado "Pillenknick", la introducción y la rápida difusión de los efectos de la píldora anticonceptiva.
Importancia económica de los Baby Boomers
Hoy en día, los Baby Boomers son uno de los grupos objetivo más importantes de las empresas de todos los sectores. Su experiencia vital, pero sobre todo su poder adquisitivo, no es igualada por otras generaciones en amplitud. Crecieron y se formaron en tiempos en los que la generación de sus padres aún sabía arreglárselas con lo más esencial. Por lo tanto, nunca han sido despilfarradores o descuidados con su dinero, sino que han ahorrado con diligencia y han aprendido a arreglárselas con lo que tienen.
Como resultado, ahora pueden vivir con prosperidad y relativamente despreocupados económicamente a medida que envejecen. Tienen pocos temores sobre el futuro y, a diferencia de las generaciones más jóvenes, tienen menos que preocuparse por su pensión o jubilación. Otro factor es que tienen grandes ahorros. Cuando abandonen pronto el mercado laboral y entren en la tercera edad, es razonable suponer que no necesariamente seguirán aumentando el capital que han ahorrado, sino que lo gastarán. Esto también podría provocar cambios masivos en los mercados de valores y otros mercados de capitales.
En cualquier caso, los baby boomers siguen siendo muy interesantes para el marketing corporativo, ya que los expertos suponen que seguirán demandando productos y servicios diferentes a una edad más avanzada que las generaciones anteriores.