Cuando se habla de biometría, mucha gente piensa en su documento de identidad o en su pasaporte. Porque estos documentos suelen llevar una foto de pasaporte apta para la biometría. Pero el término biometría es mucho más que el reconocimiento facial.
La biometría se define como el estudio así como el uso de métodos de medición científicos y técnicos para analizar y, en su caso, almacenar las características fisiológicas individuales y únicas de un ser humano. El término "biometría" se compone de las palabras griegas antiguas "bios" (= vida) y "metron" (= medida). La biometría es, por tanto, la ciencia de la medición de una persona (viva).
La biometría en la vida cotidiana
En algunos ámbitos, la biometría ya se utiliza con éxito desde hace muchas décadas. Por ejemplo, en las investigaciones criminales basadas en las huellas dactilares (la llamada dactiloscopia). Con la creciente aparición de una amplia usabilidad individual en el sector de la informática y la posibilidad de una identificación segura de los usuarios, este tema cobró interés público. Hoy en día, la mayoría de los teléfonos inteligentes modernos tienen escáneres de huellas dactilares y/o reconocimiento facial. En este caso, los valores biométricos (las líneas de los dedos o la distancia de un ojo a otro, etc.) se utilizan para reconocer sin duda a la persona autorizada y desbloquear el dispositivo o conceder determinados accesos funcionales (por ejemplo, a una app).
Difícil de descifrar
En comparación con otras formas de identificación como las contraseñas, las tarjetas de identificación o las llaves transponedoras, los mecanismos de control de acceso biométricos suelen ser considerablemente más difíciles de descifrar, robar o falsificar. Por este motivo, la biometría se utiliza cada vez más en ámbitos que requieren una seguridad especial (como los servicios militares o de inteligencia) o se utiliza para proteger datos sensibles, por ejemplo, al acceder a cuentas o sistemas informáticos oficiales.
Siempre está ahí
Dado que las características necesarias para la identificación o autenticación biométrica se encuentran en la propia persona (el usuario autorizado), no pueden olvidarse sin más, a diferencia de las contraseñas o los códigos de acceso. Esto ofrece la ventaja de una disponibilidad prácticamente permanente. Para identificar a una persona sin lugar a dudas, sus datos biométricos son comparados por un ordenador con los datos previamente almacenados en un patrón de comparación con respecto a determinadas características biométricas. Para que esto tenga éxito sin interferencias, no sólo se necesitan sensores potentes, sino también una capacidad de cálculo suficientemente grande del ordenador y, por último, pero no por ello menos importante, datos de comparación de alta calidad.
Diferentes métodos biométricos en uso
Además del reconocimiento de huellas dactilares y el escaneo del iris, los métodos biométricos más utilizados hoy en día incluyen el reconocimiento facial, el reconocimiento de voz y el llamado escaneo de retina. En esta última variante, se escanea la retina del ojo humano y se utiliza para el acceso biométrico. Dado que la retina de una persona cambia sólo unos minutos después de la muerte, este tipo de escáner sólo tiene éxito en personas vivas, lo que aumenta aún más la seguridad de este procedimiento. El escáner de retina se utiliza sobre todo en zonas militares de alta seguridad o, por ejemplo, en centrales nucleares.
El lado negativo de la biometría
Los diversos usos de los sistemas biométricos también tienen su lado negativo. Por ejemplo, los expertos en protección de datos señalan que puede ser posible tomar la huella dactilar de una persona a partir de un objeto cotidiano o utilizar una foto de una persona tomada a través de un teleobjetivo para engañar a los sistemas de escaneo dactilar o facial. En el caso de los sistemas de reconocimiento de voz, la grabación vocal de una entrevista emitida en la radio o la televisión también puede utilizarse indebidamente para superar las barreras de acceso. Corresponde a los desarrolladores de procedimientos biométricos aumentar aún más la seguridad contra la falsificación en el futuro.