El diodo luminoso orgánico se considera la luz del futuro. OLED permite mostrar colores naturales de alto contraste en pantallas extremadamente finas. El precio de producción disminuirá significativamente en los próximos años.
El OLED (Organic Emitting Diode) se comercializa como una alternativa a la tecnología LCD. No requiere retroiluminación, por lo que es más eficiente energéticamente y genera menos calor. El diodo emisor de luz se llama orgánico porque se basa en compuestos de carbono. Hay varias capas funcionales entre el ánodo y el cátodo. El ánodo transporta los electrones hacia el cátodo. El cátodo envía los llamados agujeros (portadores de carga positiva) hacia el ánodo. En el centro, el agujero y el electrón se encuentran y excitan las moléculas de carbono para que brillen.
OLED: luz natural para imágenes de alto contraste
La luz de un OLED se percibe como cálida y natural. Se basa en píxeles de unos pocos micrómetros y compuestos por moléculas de colorante que brillan en rojo, azul y verde. El diodo orgánico emisor de luz es autoluminoso y reproduce los colores con gran riqueza y contraste. El resultado es una imagen nítida y de alta resolución que apenas presenta pérdidas incluso cuando se mira de lado. Las pantallas OLED responden a los cambios de imagen hasta 1000 veces más rápido que las pantallas LCD convencionales. Además, un OLED es extremadamente delgado: sin la capa portadora, llega a los 300 nanómetros. En combinación con una película de vidrio o polímero, el diodo orgánico emisor de luz puede utilizarse para construir pantallas muy estrechas. El peso de estas pantallas es correspondientemente bajo.
La pantalla en el forro de una chaqueta
El diodo orgánico emisor de luz revolucionará la tecnología de iluminación en combinación con películas ligeras de vidrio o polímero. Las láminas, de menos de un milímetro de grosor, pueden enrollarse, doblarse y plegarse. Pueden integrarse en la ropa como minipantallas, por ejemplo, o utilizarse como material de soporte ideal para el papel electrónico. Los OLED también tienen un futuro prometedor como iluminación. Su flexibilidad permite un diseño creativo de las luminarias. En forma de lámina, el diodo orgánico emisor de luz podría utilizarse como ventana luminosa para iluminar salones y oficinas. Porque mientras no se aplique tensión, el ánodo y el cátodo del OLED son transparentes. Sólo cuando se enciende la corriente, la ventana aparece como una superficie opaca luminosa.
El diodo orgánico emisor de luz aporta el mejor brillo de color a los televisores de primera clase - a un precio superior. Es probable que esto cambie en los próximos años, ya que los costes de producción están bajando. La inicialmente criticada corta vida útil de las pantallas OLED también se ha ampliado considerablemente: de 30.000 a 100.000 horas. La flexibilidad de las aplicaciones y las posibilidades de comercialización de los OLED han hecho que fluya mucho dinero hacia su desarrollo posterior.