Aplazar las tareas impopulares en lugar de hacerlas rápidamente es una práctica común para muchas personas. Con el método Eat the Frog, puedes combatir la llamada procrastinación y mejorar tu gestión personal del tiempo.
¿Quién no ha experimentado esto: apenas estás sentado en tu escritorio por la mañana cuando el pensamiento de una tarea desagradable que necesita ser hecha con urgencia te estropea el día. Lo pospones una y otra vez, hasta que finalmente se te olvida y tienes que hacerlo al día siguiente. El método Eat the Frog pone fin a la procrastinación. Su objetivo es trabajar primero en las tareas desagradables, no al final. Aquí puedes conocer la mejor manera de hacerlo y las ventajas del método:
Paso 1: Identificar la rana
Tómate un momento al comienzo de tu jornada laboral: ¿Qué es lo que más te gustaría postergar hoy? ¿Qué es lo que menos le apetece hacer? ¡Esta es tu rana! Haz esa tarea ahora mismo.
Paso 2: Cómelo en pequeñas porciones
No tienes que engullir toda la rana de una vez. Divida su actividad en subtareas realizables y ejecútelas de una en una. Lo importante no es completar la tarea en su totalidad, sino ir avanzando pieza a pieza.
Paso 3: Difundir la buena noticia
Los que se han comido la rana merecen una recompensa. Date una pausa más larga para comer o cuéntale a tu jefe o a tus compañeros tu logro. Un pequeño elogio te motivará para las demás tareas del día.
Ventaja 1: Estás más liberado
Seguro que puedes intentar posponer las actividades desagradables - pero seguirán en tu estómago. Al hacerlas de inmediato, te ahorras el cargo de conciencia y puedes dedicarte de lleno a las otras tareas.
Ventaja 2: Establecer las prioridades adecuadas
Trabajar en cosas triviales y sin importancia es rápido. Sin embargo, a menudo estas actividades no son cruciales para hacer avanzar su trabajo. La procrastinación y la improductividad son el resultado.
Ventaja 3: Consigues hacer las cosas
Cuando tienes un ojo puesto en una montaña creciente de tareas desagradables a diario, es más probable que te rindas. Al trabajar con ellos regularmente, se mantiene la presión de trabajo más baja y se evita esta trampa.
Este artículo apareció por primera vez en nuestro portal asociado MaschinenMarkt.